Carrasco, en evidente estado de enajenación mental transitoria, se la pega al caer entre el hueco del chambao hecho entre el asiento de la banda de babor y el respaldo a modo de extensión. Varios minutos más tarde comprendió que por el agujero es mejor no colarse... Como casi siempre, suele acabar en tragedia, griega o no, éso depende de a quién le guste...
jueves, 11 de octubre de 2007
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